Como ser un buen líder
¿Eres un buen líder?
Líderes efectivos = buenos líderes.
Si alguna vez te has preguntado cómo ser un buen líder en el trabajo, no estás solo. Tendemos a hablar en términos binarios simples, de bueno y malo, cuando se trata de evaluar el liderazgo, pero esto no proporciona los datos necesarios para comprender adecuadamente qué hace a un líder efectivo, qué motiva a las personas y cómo retener e incluso desarrollar el talento.
Entonces, ¿qué es lo que realmente hace a un líder efectivo y qué significa en la práctica “cómo ser un buen líder”?
Esta pregunta es objeto de la atención constante de muchos profesionales de RR. HH. y L&D, y lo hacen porque el liderazgo es clave para el éxito organizacional. Con desafíos como la fatiga del cambio y la incertidumbre del entorno laboral actual, invertir mejor que nunca en comportamientos de liderazgo efectivos es aún más imperativo. En este artículo analizaremos prácticas esenciales y efectivas de liderazgo que los buenos (o más bien efectivos) líderes encarnan, apoyándonos en la ciencia del comportamiento, la investigación sobre inteligencia emocional y ejemplos del mundo real para ver exactamente cuáles son.
¿Qué está pasando realmente?
Las brechas en el desempeño de los equipos suelen reflejar déficits de liderazgo. Más del 68 por ciento de los empleados declara sentirse desconectado en el trabajo. Esta falta de profundidad organizacional a menudo puede rastrearse hasta prácticas de liderazgo ineficaces, donde los líderes no han comprendido el impacto emocional que ejercen o no han logrado crear un entorno de comunicación abierta. Por ello, es fundamental que el liderazgo se entienda como una capacidad más que como un rol.
Además, se convierte en un músculo que entrena continuamente habilidades como la empatía, la escucha activa y la mentalidad de crecimiento. Pero ¿por qué es relevante esto ahora? Las presiones del trabajo digital actual, impulsado por la IA, requieren líderes capaces de generar confianza y resiliencia en las personas y que sepan cómo ser un buen líder en tiempos de cambio continuo.
¿Qué sucede cuando no se aborda un liderazgo ineficaz?
Descuidar el cierre de estas brechas titánicas en el liderazgo a menudo resultará prohibitivo para cualquier organización. Si no se controla, podría ocurrir uno o más de los siguientes escenarios:
- Disminución del compromiso de los empleados: Las habilidades de liderazgo deficientes se manifiestan en una moral y motivación interna decrecientes. Investigaciones de organizaciones como Gallup y la Yale School of Management han destacado repetidamente el vínculo entre la calidad del liderazgo y el compromiso.
- Aumento de la rotación: Un ecosistema de liderazgo positivo mantiene al personal comprometido y fiel, mientras que un liderazgo ineficaz genera altas tasas de rotación que son costosas y difíciles de revertir.
- Menor productividad: Los empleados que no sienten pasión por su trabajo tienden a desconectarse, lo que conduce a una menor productividad y un desempeño más pobre.
- Pobres dinámicas de equipo: Los estilos de liderazgo que no encajan crean desarmonía entre los miembros del personal.
- Cultura negativa: Un modo de liderazgo inflexible genera una cultura tóxica de la que las personas pueden necesitar muchos meses para liberarse de sus efectos.
Cuando RR. HH. y L&D no abordan eficazmente estos problemas, no solo están poniendo en riesgo el desempeño del equipo, sino que están amenazando el tejido mismo de la organización. Así, cambiemos ahora nuestra atención hacia cinco hábitos que podrían definir a un buen, o más bien efectivo, líder para cualquiera que se pregunte cómo ser un buen líder en la práctica.
Cinco prácticas clave para un liderazgo efectivo
Cuando quieres saber cómo ser un buen líder
1. Fomentar la inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la clave del liderazgo efectivo, e incluye la autoconciencia y el autocontrol, la empatía y la habilidad social. Los líderes con alta inteligencia emocional no solo comprenden bien sus propios sentimientos, sino que también pueden percibir cómo se sienten los demás. Según la investigación, los líderes emocionalmente inteligentes superan a otros a la hora de involucrar a sus equipos, y la inteligencia emocional suele citarse como un diferenciador central entre líderes promedio y grandes líderes. Por lo tanto, es evidente que integrar la inteligencia emocional en el desarrollo del liderazgo genera equipos comprometidos y motivados. Como supuestamente dijo Maya Angelou,
«He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir».
Ejercicio práctico: Realiza talleres centrados en técnicas de gestión emocional como la práctica de la atención plena o la escucha activa. Proporciona a los líderes herramientas para reflexionar sobre sus propias reacciones emocionales, así como sobre las que surgen en los miembros de su equipo.
Aporte desde referencias: Diversos estudios y artículos sobre liderazgo, incluidos los publicados en Harvard Business Review, sugieren que la inteligencia emocional representa una parte significativa de lo que distingue a los líderes de alto nivel, especialmente en cómo construyen confianza y compromiso.
2. Hablar abiertamente
Al crear un ambiente en el que los miembros del equipo se sientan cómodos expresando lo que piensan, se construye la confianza. La comunicación abierta no es solo una habilidad fundamental del liderazgo, sino un músculo que los líderes deben entrenar a diario tanto con los miembros del equipo como entre ellos. Idealmente, el equipo establecería acuerdos de trabajo claros sobre qué se comunica, cuándo, a quién y a través de qué canal, de modo que las expectativas y los flujos de información sean transparentes. Así, comunicar con transparencia implica una mejor cooperación, menos malentendidos y una mayor cohesión del equipo.
Ejercicio práctico: Fomenta sesiones de retroalimentación frecuentes y una política de puertas abiertas que permita a los miembros del equipo plantear ideas o preocupaciones sin temor a represalias, y modela esta apertura como líder en cada conversación.
3. Liderar con el ejemplo
Demostrar repetidamente qué significa una buena gestión es una de las formas más efectivas de ayudar a otros a interiorizarla. Un líder sirve como modelo para los miembros del equipo. Si el propio líder practica valores como la honestidad, la responsabilidad y las aspiraciones que se mencionan con frecuencia, cumpliéndolos de manera consistente, los demás naturalmente harán lo mismo. Así, liderar con el ejemplo significa que los líderes construyen una base cultural sólida que vincula las buenas prácticas con el éxito organizacional y muestran a sus equipos, de forma muy concreta, cómo ser un buen líder en el día a día.
Ejercicio práctico: Invita a los líderes a escribir sus valores fundamentales —un valor por nota adhesiva o pequeño papel— y colócalos en un círculo. En cualquier situación o conflicto, pueden entonces “sacar” los valores que no están honrando y ver, de forma visual y honesta, qué se está perdiendo.
Es simple, tangible y difícil de ignorar.
4. Invertir en el desarrollo continuo
Los mejores líderes son aquellos que nunca dejan de aprender. Cultivar una mentalidad de crecimiento es clave para impulsar el avance en cualquier organización. La mentalidad de crecimiento fomenta una cultura de aprendizaje y flexibilidad entre los empleados de la organización. Por ello, invertir en el desarrollo del liderazgo a través de talleres, cursos y coaching ejecutivo permite a los líderes adaptarse y prosperar en entornos en constante cambio, en lugar de depender de modelos obsoletos de “mando y control”.
Ejercicio práctico: Desarrolla un plan de desarrollo de liderazgo a medida que incluya sesiones de coaching individual centradas en fortalezas y áreas de mejora. Si deseas leer más sobre las opciones disponibles, consulta nuestra Guía de Liderazgo.
5. Reconocer y recompensar los esfuerzos
El reconocimiento y el estímulo de los miembros del equipo que han trabajado duro es una parte clave del liderazgo. Al elogiar tanto los grandes como los pequeños logros, las personas refuerzan un sentido de gratitud por sus esfuerzos que retroalimenta hábitos productivos continuos. No sorprende que recompensar el desempeño aumente la moral y eleve la productividad. En consecuencia, hace que el lugar de trabajo sea un espacio más agradable – es un ganar-ganar.
Ejercicio práctico: Evalúa si un programa de reconocimiento de empleados aportaría valor a toda la organización. Independientemente de cómo decidas implementarlo, es crucial aplaudir visiblemente los logros individuales o departamentales en reuniones generales o a través de comunicaciones internas, para que el reconocimiento se convierta en parte de la cultura y no en una excepción.
Una historia desde la práctica
Uno de nuestros clientes, una empresa tecnológica de tamaño medio, tenía dificultades con los índices de satisfacción de los empleados. Tras examinar su estilo de liderazgo, lanzamos un programa de coaching ejecutivo con el tema de la inteligencia emocional y la comunicación efectiva.
Durante un período de seis meses, los líderes aprendieron a conectar más profundamente con sus equipos y, como resultado, obtuvieron puntuaciones un treinta por ciento más altas en compromiso de los empleados, según sus encuestas internas de pulso. Como reflexionó un gerente después de la sesión de coaching:
“Ya no veo a mi equipo como simples empleados; son personas con sus propios puntos fuertes y sus propias ideas.”
Uniendo todas las piezas
En resumen, los profesionales de RR. HH. y L&D que desean promover comportamientos de liderazgo efectivos dentro de su organización deben comprender cómo ser un buen líder y qué hace a un buen líder. Con inteligencia emocional, comunicación transparente, liderazgo con el ejemplo, cultivo del crecimiento y reconocimiento, los líderes pueden nutrir una cultura saludable para su organización y crear las condiciones para un compromiso y desempeño sostenibles.
Da el primer paso para fortalecer tu formación en liderazgo. Explora nuestro Catálogo de Formación en Liderazgo. Reserva hoy una llamada de claridad para conversar sobre cómo nuestro Coaching Ejecutivo y Coaching de Equipo pueden potenciar a tus líderes. No olvides revisar nuestras hojas de trabajo y recursos en Ebooks and Worksheets para apoyar tu recorrido de liderazgo, ya sea que estés diseñando programas como RR. HH. o desarrollándote a ti mismo como líder.
Putting it into practice
Workplace health programmes are a combination of paying attention to workplace stress factors and employee lifestyle. In other words, a good employer or business owner not only supports employees in the performance of their roles but also encourages them to lead healthier, fitter, more balanced lives.
Having decided that you want to improve health and wellbeing in your workplace, there are a number of factors to bear in mind:
1. Plan strategically
Like any other work project, you need to know exactly what you want to achieve and why. Set out some clear goals and objectives (preferably SMART ones) and wherever possible, involve the employees in the planning – after all, they know best what sort of programme will appeal to them most.
2. Offer choices
Variety is the spice of life & wellbeing! People are different and not every activity appeals to every employee. You need to offer or encourage a wide variety of options to engage with everyone. Here are some popular ones: subsidized health insurance, gym membership, meditation/yoga dance classes, stress release workshops, coaching one-to-one or in groups, massages, health assessments, nutritional advice, organic fruit baskets, incentives for commuting to work by bike and the list goes on.
3. Communicate
Wellness should be part of your corporate culture and ideal communication is a two-way process. It’s important you understand your employees’ needs and that they are clear about what you are offering.
4. Make it fun
If people see eating well and exercising as yet another duty or responsibility then they’re less likely to be enthusiastic about it. The more enjoyable the activity, the more employees will sign up. After all, even adults like to play or have a break!
5. Make full use of technology
It’s the 21st century and technology is part of everybody’s life. Use a variety of channels such as web pages, email or online forums to communicate. You can also look for ways to incorporate technology into wellbeing activities. For example, downloadable podcasts about healthy eating, Skype coaching sessions, fitness apps for smartphones or share a guided meditation through Dropbox or a similar service.
6. Make it social
Speaking of technology, make sure you take advantage of social media. Why not set up a private Facebook page or a LinkedIn group that focuses on employee well-being? If you give people a community forum, they’ll encourage each other and provide their own motivation.
7. Simple steps
Not everything has to be complicated. Look for easy ways to gently encourage a healthier lifestyle in the workplace. For example, why not place a bowl of fresh fruit by the water cooler and tell people to help themselves.
8. Check up
There is always room to improve any initiative. Talk to your staff. Ask them how the programme is working for them. What could you do differently or better? Are there measurable or noticeable improvements?
Hopefully, you now have a clear idea of why Corporate Wellbeing is important and how you can go about implementing it in your workplace. Whether you are a small business owner or a CEO you can be certain that investing in health and happiness will benefit you, your staff and your company on all levels.

MAIKE STOLTE
Coach Ejecutivo. Consultora. Formadora. Facilitadora.
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